jueves, 10 de abril de 2014

Retomando Caminos.

Hola.
Llegan las vacaciones de semana santa, decidimos hace ya algun tiempo de ir con nuestros hijos a Almeria Agua-amarga, un pueblecito de Pescaderos.
En este viaje estoy depositando mucha ilusion y creo que va a ser un crecimiento importante en nuestras vidas y en la union con nuestros hijos.
Tomare nota de todo lo que hacemos a diario para luego plasmarlo en nuestro blog de viajes, El Mochilero.

Venir y disfrutar todos juntos.


jueves, 13 de marzo de 2014

Y llegó cuando más se necesitaba...

Hay personas que tienen pareja pero se sienten tan solas y vacías como si no las tuvieran.

Hay otras que por no esperar deciden caminar al lado de alguien equivocado y en su egoísmo, no permite que ese alguien se aleje aún sabiendo que no le hace feliz.


Hay personas que sostienen matrimonios o noviazgos ya destruidos, por el simple hecho de pensar que estar solos es difícil e inaceptable.


Hay personas que deciden ocupar un segundo lugar tratando de llegar al primero, pero ese viaje es duro, incómodo y nos llena de dolor y abandono.


Pero hay otras personas que están solas y viven y brillan y se entregan a la vida de la mejor manera. Personas que no se apagan, al contrario, cada día se encienden más y más.

Personas que aprenden a disfrutar de la soledad porque las ayuda a acercarse a si mismas, a crecer y a fortalecer su interior.


Esas personas son las que un día sin saber el momento exacto ni el por qué se encuentran al lado del que las ama con verdadero amor y se enamoran de una forma maravillosa.


TERESA DE CALCUTA



Que gran sabiduría la de esta mujer. Que claro y sencillo parece salir de su puño y que fácil reconocerse entre esas líneas cuando ya has pasado por ello y lo has superado.

Porque sino quieres ver y pones una venda sobre tus ojos permanecerás infeliz de por vida.

Me uno a ser feliz y ser y recibir amor sano.

martes, 11 de marzo de 2014

Nuevo punto de inflexión

Que abandonado tenemos este blog, con la ilusión que pusimos en su creacción y ahora no hacemos uso de él.

Pues va tocando escribir sobre el camino avanzado y aprendido, sin necesidad de hacer una ruta por el campo.

El pasado fin de semana ibamos a caminar por la zona de Patones y también por el parque del Capricho.

Mis hijos deciden no irse con su padre y nos truncan los planes, por lo que nos quedamos sin ese paseo que tanto deseabamos hacer.

Y no sólo eso, han trastocado la visión de la relación que mantenemos. Ayer mismo me comentaba sus miedos, sus dudas, sus temores, todo de golpe... cuando mi preocupación por mis hijos no me permiten centrarme en la pareja.

Por lo que, que en este momento me asalte con sus inseguridades, me hace sentir saturada, sobrecargada, agobiada... aunque para él sea el momento de expresarlo, no es lo que necesito ahora.

Hay cosas que necesitas de una pareja y es comprensión y apoyo cuando las circunstancias lo precisen. En este momento hay un tema que me preocupa y ocupa mis pensamientos y sentimientos, por lo que añadirle más preocupaciones no es lo que se espera, ni lo que se necesita de una pareja.


Soy consciente de que estamos trabajándonos individualmente y avanzando en mayor o menor medida. Que a veces voy deprisa y eso hace que se agudicen sus miedos y crea que todo desaparezca.

Lo hemos hablado muchas veces y seguramente no acabemos juntos como pareja, pero siento que quiero tenerle cerca, que no desaparezca de mi vida.

Pero a veces frena mi evolución con sus temores, siento que quiere agarrarme con desesperación y después de lo que ayer me decía sobre tus sentimientos, en los que más que ser feliz, vive en una constante tortura y anulación de su ser, me hace pensar que lo mejor es separar nuestros caminos. Se lo he dicho y se lo digo, pero no quiere escuchar.

No comprendo que prefiera vivir arrastrándose y comiéndose sus deseos, no quiero que viva así, quiero que recupere su esencia y su vida. No quiero a mi lado alguien que sufre.

Quiero que se ame y que deje de sentir el amor de manera tóxica. No ama sanamente porque prefiere vivir un martirio a sentirse libre y feliz.

Seguramente no me haga caso y siga agarrándose desesperadamente, pero tarde o temprano se acabará y no me gustaría que sucediese cuando el daño ya es irreparable.

Sabe que le quiero y por eso no quiero verle así. Así no quiero estar.




lunes, 23 de diciembre de 2013

El Templo del aceite

Es curioso que no hayamos escrito ninguno sobre ese viaje que habíamos iniciado con tanta ilusión y que fué el fruto de la creacción de este blog.

La verdad es que no podemos forzarnos a escribir con antelación, pues la escritura es algo que nace sola, sin presiones, sin fechas.

No sé como los escritores se marcan fechas de entregas de libros, o los periodistas de artículos... quizá sea porque no escriben desde el corazón o el sentimiento.

Por eso, hoy sí escribo de nuestra andadura por el camino que recorremos juntos Rubén y yo.

En definitiva, la idea de este blog era eso... recorrer el mundo juntos más espiritual y humana que el simple hecho de caminar por la tierra hacía un destino u otro.

Y es por ello, que veo que juntos hemos avanzado en muchas cosas. Nos hemos ayudado, hemos aprendido, hemos mejorado, nos hemos atrevido...

Si tuviese que definir nuestra relación podría decir que se basa bastante en la libertad, la sinceridad, la comunicación... pero no hemos llegado al máximo en ninguna de las tres cosas que menciono, aunque sí puedo decir que amor y amistad tenemos en cantidades abrumadoras.

Le amo, la verdad es que le amo y mucho. Le amo de una manera sana. Es la primera vez que amo a una persona de la forma en que siento ahora.

He aprendido a no involucrarme en aquello que no es responsabilidad mía, aunque para ello me involucré en lo que no debía.

Recondujimos la situación y eso nos ha ayudado a continuar. Quizá si hubiesemos seguido en esa línea nuestra relación estaría haciendo aguas, si es que seguíamos juntos.

Me gusta la sinceridad y reconozco que la reclamo. Si presiento o dudo de que se me oculta algo mi actitud es de rechazo e incluso de frialdad.

Si hemos decidido que nuestra relación sea sincera no comprendo que se me oculte algo o se me "mienta".

La comunicación reconozco que sigue siendo mi asignatura pendiente.

En muchas ocasiones me adelanto a las decisiones de Rubén, y doy por hecho que va a hacer las cosas como creo que va a hacerlas.

Pero como es una caja de sorpresas... al final no hace lo que yo creía y ya viene el lío (como dice él).

Llegan los malentendidos, los mosqueos, la desconfianza, el dolor... cuando si hubiese preguntado hubiese evitado todo eso.

Por lo que viene muy bien preguntar y contar lo que hacemos, pensamos o creemos desde el primer momento. Y bueno... voy a ver si aprendo y espero que él también aprenda.

Pero lo que quería escribir hoy, es sobre un paseo improvisado que realizamos ayer por los olivares de la serranía toledana.

Por el camino me iba contando cuando él paseaba, montaba en bicicleta o ayudaba en el campo a su padre. Me fué explicando cada detalle que veía y recordaba.

Rubén es una persona que añora en muchas ocasiones la vida pasada, en la que era un niño feliz y disfrutaba del campo y todo lo que le rodeaba. Por lo que siempre que puede me cuenta sus andanzas y fechorías.

Alcanzamos una zona que se llama las suertes, en la que su padre tiene cerca de un centenar de olivos. Lo recorrimos despacio, paseando entre aceitunas, madrigueras de conejos y un viento suave que se congelaba en nuestro rostro.

La tarde era soleada y el paseo relajante, agradable, acogedor... y personalmente me hacía sentir muy bien.

Hablamos de coger energía para toda la semana, de disfrutar del paseo y  alejarnos de aquellas cosas que le agobian y entristecen.

Al llegar al final del terreno nos encontramos con un valle en el que se asentaba una granja y desde unas rocas me paré a observarlo.

El aire llenaba mis pulmones y la brisa hacía que mis ojos llorasen, pero me encantaba esa sensación de libertad, de paz, de tranquilidad, de seguridad y de fuerza que obtenía al pisar aquella tierra.

De repente un almendro que llama mi atención. Todo pelado de hojas y lleno de grandes almendras que no pude evitar recoger.

Llenamos mis bolsillos y regresamos hacía el coche comentando que, si los lugareños cuando araban la tierra intentaban rebañar algunos centímetros del terreno de su padre... de si aquello había sido una viña y que encontraron restos de fósiles hace tiempo y tuvieron que arrancar las cepas...

La constante avaricia de los humanos que en resumen, siempre acaban con todo.

Seguimos paseando y acercándonos a un grupo de personas que vareaban y recogían la aceituna para llevarla a la cooperativa.

Y tras charlar, ver conejos y liebres saltar, llegamos al final de una zona que estaba acotada para la caza.

Comentamos sobre lo terribles y peligrosos que pueden llegar a ser los cazadores. Aquí añado que en muchos casos no deberían dejarles poseer un arma, se creen con derecho a todo y a arrasar cualquier zona matando a todo bicho que se encuentren.

Comprendo la caza cuando la gente tenía que buscar el alimento, pero ahora? qué sentido tiene? un deporte? y una mierda. Hablamos de un foco de ingresos. Armas, equipación, licencias, seguros... un sector en el que se mueve dinero y el dinero vuelve a poderlo todo. Otra muestra del egoísmo del hombre.

Regresamos por el camino, porque ya el sol caía y el frío comenzaba a ser más insistente en calar en nuestro cuerpo.

Y no encontramos más almendras que era lo que me apetecía coger.

Regresabamos despacio, disfrutando de la puesta de sol y de vivir relajados, sin prisas, ni nada que nos esperase.

Reconozco que cuando estamos juntos haciendo algo que nos llene, justo estos momentos, son los mejores que tengo y recuerdo.

Me hace sentir tantas cosas bonitas y agradables que si pudiese me quedaría ahí para siempre, pero... la vida no permite que nadie se quede quieto. Así que, a continuar y disfrutar de esos momentos cada vez que podamos.

Los coches, de los que recogían la aceituna, si tenían prisa y tuvimos que apartarnos en varias ocasiones del camino, para que pudiesen pasar. Acaso han llegado las prisas también a la serranía toledana? Y yo que creía que sólo era en Madrid donde se vivía acelerado.

Rubén me invitó a ver el proceso de la fabricación del aceite en el molino del pueblo.

Llegamos al molino. Un perro juguetón y cariñoso me recibió haciéndome los honores. Saltaba sobre mi pecho, buscaba mis caricias, me lamía... tierno, dulce y juguetón en busca de cariño que supo hallar en mí.

Sentado sobre mis pies recibía mis manos sobre su rostro, cabeza y cuello... no se movía, quietecito deseaba que yo tampoco me moviese, pero... adentro del molino se pasa sin perro.

Apareció un hombre de pelo cano, la cara redonda y rosada, parecía un papa nöel. Un señor encantador, primo hermano del padre de Rubén, nos fue explicando y enseñando el proceso completo de la elaboración del aceite.

Dentro de aquel molino, ruidoso por las máquinas y con un olor a aceite que te embriagaba del placer y del gusto de algo puro y natural, reinaba una paz como si de un templo se tratase: El Templo del Aceite.

El calor del horno, el olor del aceite, la amabilidad de nuestro guía... era todo tan perfecto que estoy convencida de que ese aceite lleva una enorme carga de amor, por la forma en la que se le trata y mima.

He pensado que ese aceite, tengo que comprarlo y regalarlo porque, es saludable con total seguridad.

Continuamos nuestro camino despidiéndonos con enorme agradecimiento y con las ganas de regresar en otra ocasión a por ese manjar.

Podría continuar escribiendo sobre nuestra jornada de ayer, pero quiero dejar un grato recuerdo de nuestro día.

Lo dejo aquí y quizá en otro momento lo continúe.

Sólo puedo añadir que acabamos en nuestro hogar abrazándonos, mirándonos a los ojos, sonriéndonos... Amándonos.

miércoles, 30 de octubre de 2013

Al lioooo, me encanta.

Jo si lo dices todo.
Sólo espero de este viaje, y cuando digo soló espero es tener contacto directo con la naturaleza y buscar el amor que me rodea y quiero recibirlo y sentirlo.
Imaginar que una persona como yo nunca ha realizado un viaje de este estilo, por lo que me produce una inmensa curiosidad.
Esther es mi pareja, ella ha sido y, solo ella, la motivadora de este viaje, pero yo me lo pillo para mí y quiero disfrutarlo.
Viajar sin coche, sólo mochila, cuerpo y mente, como no en la mejor compañía que puede tener un hombre: Esther.
Reconozco que en este viaje mis pretensiones son también el retiro del día a día y encontrarme con caras nuevas en mi vida, aunque sean pasajeras, y también quiero compartirlo con ellas.

Asi que estoy nervioso. Que llegue ya el Viernes para empezar a viajar hacia "El Valle del Silencio" y "Las Médulas". Ya os contaré.

Al lioooooooooooo!!!!!

Ilusiones

Estamos chateando Rubén y yo sobre que podemos plasmar en este blog.

No queremos que sea el típico blog de viajes que cuente lo que hemos visto, dónde hemos ido y qué hemos hecho.

Porque cada vez que alguien organiza un viaje, por pequeño que sea, lo hace con alguna ilusión, bien sea la de descansar, la de divertirse, la de conocer... siempre hay algo que nos impulsa a hacerlo.

Y en mi caso más, ya que desde hace algo más de dos años pasó por mi mente la idea de viajar para conocerme, para alejarme de mi día a día, para vagar sola por cualquier lugar y poder encontrar la paz que tanto necesitaba.

Y por un motivo u otro nunca llegué a realizarlo y es algo que sigue en mi interior cobrando fuerza y ganas.

Ahora somos dos. No sé si con las mismas ganas de búsqueda, pero al menos con la ilusión de hacer algo de este tipo juntos.

Por eso hemos buscado un viaje sencillo, económico y cercano a nuestros ancestros, a lo natural y a lo bello.

En este próximo finde largo, vamos a descubrir "El Valle del Silencio" y "Las Médulas" en la provincia de León.

Desconocía la existencia de algo aparentemente tan bello y por una empresa de viajes de senderismo llego a mí y si ha llegado será por algo.

Por lo que sin demora, iniciamos este viaje previo.

Yo con la idea de reencontrarme con lo espiritual que se siente y se respira en los entornos naturales. De sentir esa paz que embriaga al estar frente a algo tan bello, y si se hace caminando y respirando su esencia y su olor puede ser algo extasiante.

Rubén con ganas de hacer algo juntos de este tipo y dormir juntos por primera vez en un hotel. Sí lee ésto lo mismo me mata, pero es lo que de momento le he oido comentar sobre el viaje, pero seguro que esconde alguna sorpresa más.

Pero dejemos que sea él quién opine de sus espectativas si lo desea, yo me voy a limitar a hablar de lo mío.

Así que...

La sola idea de caminar ya me estimula a hacer este viaje. Sé que me llenaré de ampollas, pero no me importa. La satisfacción, que espero obtener de poner mi cuerpo en marcha, es mayor que cualquier malestar que sufra.

Sueño con sentir la brisa fría en mi rostro y notar que se hiela la piel de mi cara mientras inhalo el oxígeno que llena mis pulmones. Un aire sin contaminar que te hace ser feliz en ese instante en que lo hueles.

Mirar el terreno paso a paso y observar la arena, las piedras, el musgo, la hierba... incluso agacharme a recoger alguna planta, hoja seca, piedra... o tocar el suelo, acariciar las piedras, abrazar los árboles... mientras contemplo con amor todo lo que hay,  y lo disfruto como si  obras de arte se tratasen. No hay mayor obra que lo que nos regala la naturaleza.

A parte, que existen tantos lugares de mi país que no conozco... y si puedo no quiero perderme la belleza que esconden.

Me encantaría poder tener el privilegio de ir descubriendo y conociendo todo cuanto pueda antes de marchar....

Inicio este viaje con la ilusion de ser el primero de muchos otros.

Quiero sentirlo todo!!!!